La vivienda se ubica en la población de Mancha Real, en una zona de amplias parcelas para viviendas unifamiliares aisladas. El desarrollo del programa en una sola planta, el desnivel y profundidad de la parcela y los altos muros medianeros condicionan la implantación y forma de la vivienda.
Una vez estudiada la parcela y el programa se llegó a la conclusión de la imposibilidad de poder desarrollarlo en una sola planta dejando espacios libres amplios, por lo que se planteó a la propiedad extender la vivienda hasta el lindero trasero y aprovechar el desnivel existente para introducir 3 entreplantas, de manera que a nivel de planta baja se crearía un porche exterior de aparcamiento con hall y cuarto de instalaciones-lavadero, en planta primera zona de día con salón-comedor-cocina, y zona de noche entre ambas separada de ellas por sólo 8 escalones. Por otro lado, la zona de piscina, solárium y porche de estancia se situaría en la cubierta de zona de noche, a 8 escalones también de la zona de día. Por tanto, con esta configuración se conseguía reducir al mínimo posible las distancias entre todas las zonas interiores y exteriores de la vivienda, a la vez que elevar sobre el suelo de parcela la zona exterior de disfrute para contrarrestar la gran altura de los muros medianeros, captando mejores vistas de la sierra de fondo.
Desde la vía pública es perceptible solo el volumen a dos aguas que se eleva sobre la zona de aparcamiento, caracterizado interiormente por con contener la zona de día con diferentes alturas libres. Una serie de patios abiertos y ajardinados que conectan con los corredores laterales permiten iluminar y ventilar los dormitorios y el distribuidor central, a la vez que
dotarlos de intimidad al estar situada la zona más pública de la vivienda justo en su cubierta.